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Adrïana Comba

El género que más utiliza es: novela.


Fotografía de Adriana Comba Hernández
Fotografía de Adriana Comba Hernández

Adriana Comba Hernández (Adrïana Comba) nació en la Ciudad de México el 22 de Junio de 1979. Es una escritora de novela de fantasía. Estudió la Licenciatura de Administración de Empresas Turísticas, así como la Licenciatura en Psicología y tiene una Maestría en Dirección de Empresas Industriales de la Escuela de Organización Industrial de Madrid. Su desempeño laboral fue realizado en la Agencia Organizadora de Congresos y Convenciones Médicas, Grupo Destinos, donde colaboró en la organización de diferentes Congresos Internacionales, hasta la llegada de la pandemia del año 2020. Pero descubrió su pasión por escribir novela de fantasía en el año 2023, cuando por cubrir algunas necesidades emocionales personales, logró publicar dos libros, Kryddor y Kryddor Magiska, logrando colocar el primero, Kryddor, a cuatro meses de su publicación, en el Ranking de Libros más vendidos en la Plataforma Amazon. Actualmente está por publicar un tercer libro, Amour Du Chocolat.


TEXTO LITERARIO

Fragmento de Kryddor Adrïana Comba


Meksiko comenzó a temblar por la enorme emoción que tenía en su pecho. Los Seres Espirituales unieron sus cuerpos sobre la ofrenda y la bendijeron. Quetzalcóatl colocó una de sus alas sobre la cabeza de Maroj y su otra ala sobre la cabeza de Freyja. Tláloc colocó su cuerpo alrededor de Meksiko y desaparecieron del Templo del Viento. Aparecieron de inmediato frente a la Gran Pirámide de Kukulcán, que era el mismo Ser Espiritual Quetzalcóatl conocido con ese otro nombre; la Pirámide está ubicada en la Zona Arqueológica de Chichen Itzá que está considerada como una de las Maravillas del Mundo Moderno. Los Seres Espirituales dejaron a los humanas en el suelo y se dirigieron a la hermosa pirámide. Mientras lo hacían, sus cuerpos comenzaron a emanar un brillo cegador y sus colores se potenciaron. Quetzalcóatl lo hizo volando por encima de la Escalinata Norte la cual tiene en su parte inferior dos cabezas de serpientes emplumadas de piedra y Tláloc lo hizo reptando su cuerpo por los escalones de la Escalinata Sur. Los Seres pidieron a Meksiko que subiera corriendo por la Escalinata Oeste, ya que esta escalinata prolonga el eje de simetría hasta el Cenote de Holtún. Cuando Meksiko iba corriendo y subiendo las escaleras, su tamaño iba aumentando poco a poco, igualmente adoptó el mismo brillo cegador y la potencia de sus colores. Cuando llegó a la cima, su tamaño era el de un perro gigante. Al llegar a la parte alta de la bella pirámide, Tláloc y Quetzalcóatl se fusionaron y aumentaron veinte veces su tamaño. Al fusionarse, las enormes plumas que eran del Quetzal se incrustaron en el enorme cuerpo azulado de la Serpiente y esta tomó los colores del ave. Además de sus colores azules tradicionales, adquirió el verde, blanco, rojo y dorado. Quetzalcóatl, para seguir con la broma, colocó una enorme pluma verde nuevamente en el centro de la cabeza de la serpiente gigante. Estando los Seres Espirituales encima de la pirámide, un enorme rayo cayó sobre ellos, quienes se cargaron de energía y transformaron al quetzal en una magnífica serpiente; de tal forma que eran dos serpientes de diferentes colores descendiendo y rodeando la estructura arqueológica; iban aumentando su velocidad hasta lograr que pareciera que de sus enormes cuerpos salieran hermosas flamas que fueron envolviendo la pirámide hasta lograr prenderla toda. El enorme Meksiko que estaba en la cima de la pirámide parado sobre sus cuatro patas y con un porte impresionante, comenzó a ladrar hacia el cielo, sus ladridos se escuchaban por toda la Zona Arqueológica debido a su gran tamaño. Cuando dejó de ladrar, se sentó en posición de guardián y dobló una de sus patas delanteras como en señal de descanso y orgullo. Tláloc y Quetzalcóatl ascendieron de la misma manera en la que bajaron, rodeando la Pirámide. Al llegar nuevamente a la parte alta de la pirámide encendida, los Seres Espirituales ingresaron a esta desde su Centro, atravesando el suelo y las rocas rozando el cuerpo de Meksiko. Pasaron un par de minutos de suspenso, y de pronto, los Seres salieron disparados de la pirámide a través de un gigante chorro de agua color turquesa, perteneciente a los cinco cenotes que se encuentran en el subsuelo de este edificio arquitectónico. El agua apagó las flamas de la Pirámide de Kukulcán. Después, suspendidas en el aire, ambas serpientes se separaron y quedaron levitando sobre la pirámide, viéndose frente a frente, se hicieron una reverencia en señal de mutuo respeto y de pronto desaparecieron en la oscuridad de la noche. Meksiko bajó corriendo la escalinata e iba tomando su tamaño natural y perdiendo su brillo, aunque ahora tenía un aura de energía azul que antes no tenía. Maroj y Freyja estaban impactadas, como pocas veces habían logrado estarlo. Freyja sentía una temblorina de emoción en sus brazos y piernas. Meksiko volteó a ver a las chicas y en su rostro se mostraba el más grande gesto de ternura y orgullo. El Ser Espiritual Mexicano estaba mudo y no podía expresar nada.

Desapareció, dejando a las chicas confundidas. Maroj y Freyja se encontraban igual que Meksiko, sin poder hablar. Como no había Portales cerca, decidieron esperar. Mientras esperaban, Maroj comenzó a caminar alrededor de la pirámide para observarla con mayor detenimiento, aunque era una oscura noche por las densas nubes, las piedras de la pirámide se habían quedado iluminadas por la energía de aquel suceso. Freyja comenzó a subir corriendo por otra de las cuatro escalinatas de la Pirámide, pues tenía curiosidad de asomarse por el enorme agujero que habían dejado los Seres Espirituales en el centro de la pirámide. Al llegar a la cima de la Pirámide, el enorme agujero ya estaba comenzando a cerrarse nuevamente y pudo observar el interior del templo. Se percató también de que todas las estructuras de la Zona Arqueológica estaban iluminadas de la misma manera. 

Se quedó sentada contemplando la hermosa vista de Chichen Itzá iluminada. Maroj alcanzó a Freyja en la cima y se sentó junto a ella. La Maga estaba completamente conmovida por la estampa y lloraba en silencio por haber tenido la oportunidad de ser testigo del evento que acababa de vivir. Habían pasado algunos minutos y una construcción de piedra rectangular con césped en el centro y con un aro de piedra en cada lado que estaba construido enfrente de la pirámide en donde estaban, comenzó a emitir flamas por sus cuatro bordes y por los aros. El césped tenía un verde muy colorido y fresco. Del centro del césped salió levitando una pelota de hule encendida en llamas y se quedó flotando. Inmediatamente después de aparecer la pelota, cuatro Seres Espirituales de menor rango, llegaron justo detrás de las chicas. Uno de ellos tomó la palabra. El hombre medía casi tres metros de altura, con una impresionante musculatura. El color de su piel era color cacao y tenía algunas inscripciones jeroglíficas negras en su pecho y dorso. Su rostro imponía mucho respeto, ya que parecía estar muy serio y también estaba decorado con inscripciones negras y doradas.


Publicado en: Comba, Adrïana. (2024). KRYDDOR. (1a ed.). Morelia Michoacán México: Servicios Editoriales Qvixote Press. ISBN 979-8-3442-5922-2 . REGISTRO PÚBLICO DEL DERECHO DE AUTOR 03-2024-022011224400-01


Encuéntrame en: Facebook Adriana Comba Hernández


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