Alondra Vega Cardoso
- cartografiaescrito
- 5 ago
- 2 Min. de lectura
Los géneros que más utiliza son: otro, reflexión periodística y poesía.

Moreliana, Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas, realizó la Maestra en Filosofía de la Cultura de la UMSNH. Labora en el Dpto. de Literatura y Fomento a la Lectura de la
Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán. Profesora en las áreas de filosofía, lengua y literatura. Ha publicado "La tormenta" en la plataforma digital Especulativas. Tiene las siguientes publicaciones de divulgación científica en la revista Elysium: "La construcción de prototipos de género a partir del lenguaje", y "Recomendación del libro Antártida de Fabián Espejel". En 2024-2025 asistió como ponente a 10 congresos de género, filosofía y literatura, en distintas universidades del país. Le interesa la investigación en el campo del género, la literatura y la filosofía.
TEXTO LITERARIO
La tormenta
Alondra Vega Cardoso
¿Sientes esta lluvia? Porque las lluvias como esta no se ven, ni se escuchan, ni se huelen, ¡se sienten! Como una estocada en la entrepierna… ¿Qué vas a saber tú de eso, Liliana…? Tú que no te arde el cuerpo ni cuando se te quema la lengua con el café de olla que te endulzas como buñuelo en las mañanas.
¿Sabes, querida? Yo he hecho muchas cosas en esta vida y me han juzgado por todas, hasta por las que no he hecho, pero hay una que me falta, es esa fantasía… que a fuerza de no realizarla se me ha encarnado aquí en los muslos, en la cintura y es esa de hacer el amor en medio de una tormenta, pero no, no bajo las tres gotas de una lluviecita cualquiera, sino en una borrasca como la de esta noche, en la que el agua a borbotones nos golpee el cuerpo y el viento nos lacere la piel ¿te imaginas? Imagina que yo y mi amante estamos vestidos con ropas blancas y ligeras y estamos en medio de la tormenta, a merced de la ira de la madre naturaleza que nos obliga a apagarnos el cerebro y a ser carne que ansía carne, entonces estamos ahí con los relámpagos cimbrándonos el esqueleto, con la lluvia llenándonos los oídos, cegándonos, obligando a nuestras manos a desnudarnos de la ropa haciéndola girones, a estrujarnos la carne con hambre a intervenir nuestros cuerpos con salvaje dulzura, a convertirnos en un tizón de ardor y calentura aun bajo el manto helado de agua, quemándonos de pasión… Así es, ni modo, nunca puedo cumplirla, cuando hay amante no llueve, que tampoco estas lluvias son comunes, y cuando hay lluvia, pues no hay amante… ¡Carajo!
—Señora, con usted es más fácil que haya lluvias así de atípicas que alguien con quien aprovecharlas, con lo exquisita que es para esas cosas…
—¡Liliana! ¡No seas atrevida!… Anda a ver que estén cerradas las ventanas, empiezo a sentir la humedad de la lluvia, subirme por las piernas… Calentarme las entrañas.
Publicado en: Vega, Alondra. (2025). La tormenta. Especúlativas.




Comentarios