Fernanda González

Los géneros que más utiliza son: cuento, novela y literatura para jóvenes.

Fotografía de Fernanda González tomada por Edurne Rincón Correa

Fernanda González es estudiante de Ingeniería Bioquímica, escritora y maestra de creación literaria. Aunque su vocación científica le ha llevado por los caminos complejos de la bioquímica, su corazón late con fuerza en el universo de las letras. Amante de la lectura y la escritura, ha encontrado en la docencia un espacio para compartir su pasión por contar historias y nutrir la imaginación de otros. Su enfoque pedagógico busca despertar la creatividad y la confianza en las voces jóvenes. Actualmente, combina sus estudios con la creación de obras de ficción que entrelazan emociones profundas y conflictos contemporáneos. Cree en el poder transformador de la palabra y en la importancia de abrir espacios donde las ideas puedan florecer. Su visión de futuro se construye con tinta, empatía y una mirada crítica que no teme cuestionar el mundo para imaginar uno mejor.

TEXTO LITERARIO

El último lunes de Artemisa

Fernanda González

Es lunes, inicio de semana, pero Artemisa no lo encuentra aburrido. Para ella, cada lunes es el comienzo de siete oportunidades nuevas para hacer las cosas bien. Aun así, se levanta perezosa. Son las 6 a.m. en la Ciudad de México, y debe apresurarse: cursa su último año de bachillerato.

En menos de 20 minutos ya está lista. Toma su mochila, audífonos y celular, y se dirige a desayunar con sus abuelos. Al llegar, su abuela no tarda en hablar:

—¿Otra vez esa ropa? Sé que es una fase, pero ¿no puedes usar otra cosa?

Artemisa, firme, responde:

—No es una fase. Es mi estilo. Me gusta.

Su abuela niega con la cabeza, pero le sirve su desayuno favorito: espagueti con albóndigas, jugo de naranja y duraznos en almíbar.

—Sigue vistiéndote así y dejaré de darte de desayunar —advierte.

Artemisa no responde. Su abuela se va al trabajo, y ella lava los trastes. Faltan 30 minutos para entrar a clases, así que decide caminar para ahorrar pasaje. En la calle, se pone un audífono y deja que “Golden” de Harry Styles la envuelva. Al llegar a la escuela, ve a su mejor amigo, Yasión, de quien está enamorada desde que se conocieron.

—¡Yasión! —lo saluda con emoción. Él la abraza y le besa la mejilla.

—Seguro pasaste el fin leyendo —bromea él.

—Tal vez sí —ríe ella.

—¿Tu abuela te dijo algo hoy sobre tu ropa?

Artemisa asiente.

—No entiende mi estilo. Es solo un pantalón negro, una camiseta rayada… ¿Qué tiene de malo?

El timbre los interrumpe, y se sientan, como siempre, uno junto al otro. Más tarde, Yasión le dice:

—¿De verdad vendrás a mi fiesta? Puedo cancelarla si prefieres.

—Iré. Es tu cumpleaños. Quiero estar ahí —responde ella, aunque en su interior duda.

Él la abraza. No le dice que siente algo por ella desde hace tiempo, pero planea confesárselo en su fiesta. Artemisa lo sospecha, pero deja ese pensamiento para luego. Al volver a casa, se mira en el espejo. Quiere destacar, sin dejar de ser ella. Elige un collar sutil y unos pendientes heredados de su madre. Se siente lista.

Se pone un audífono y escucha “Too Much To Ask” de Niall Horan. Sale rumbo a la fiesta. Pero a dos cuadras de casa, siente que alguien la sigue. Cruza la calle; el hombre con capucha también. La calle está oscura. El miedo la paraliza. ¿Corre? ¿Vuelve? Ve una tienda, corre hacia ella… pero una mano tira de su brazo.

—¡No puedo creer que Artemisa no haya venido! —Yasión habla con su madre, frustrado.

—Tal vez no le gustan las fiestas, tal vez está interesada en ti, hijo —responde ella con ternura.

Yasión decide no insistir. Mañana hablará con ella.

Pero al día siguiente, Artemisa no llega a la escuela. Su asiento está vacío. Su celular no responde. El pánico crece en el pecho de Yasión.

Cuando por fin terminan las clases, corre a casa de Artemisa. Al llegar, ve patrullas afuera. La puerta está abierta. Su corazón se detiene.

En la sala, los abuelos de Artemisa lloran.

—No volvió ayer. Pensamos que estaba contigo. Llamamos a la policía… apareció esta mañana… irreconocible… solo por el lunar en la pierna supimos que era ella…

Un oficial se acerca.

—Se trata de un feminicidio.

Yasión, devastado, sube al cuarto de Artemisa. Todo está como ella lo dejó. Se deja caer junto a la cama y llora. Ella, la chica que soñaba con cambiar el mundo, ya no está. Le arrebataron su voz, su vida, su sueño de ser recordada por algo bueno. El mundo, de pronto, se torna más oscuro.

Publicado en: González, Fernanda. (26 de abril de 2024). El último lunes de Artemisa. Wattpad. Edición digital. Ciudad: México. Derechos reservados ©️ Fernanda González, 2024

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