Martha Julia Ayala Ramos
- cartografiaescrito
- 13 sept 2024
- 5 Min. de lectura
Los géneros que más utiliza son: poesía, cuento, diario, reflexión periodística y otro.

Exploradora de la vida, náufraga de la memoria, saltimbanqui del futuro y tejedora del instante eterno. Danzante de las luces y las sombras, dibujante del silencio y sus bemoles. Ronroneadora espiritual y cocinera de las recetas inventadas para un mundo mejor.
Ex-Libris Julia (2024), grabado de la autora
TEXTO LITERARIO
TRATADO DE IMPACIENCIA TRES, 3, III…
Martha Julia Ayala Ramos
Abrí un ojo de un viaje lejano y había una bruma… cómo puedo dirigirme a ti en tu abrazo cósmico, necesito tu manto de vaho divino bálsamo de todas las heridas… mi yaga punza, mi lava hierve, la carne al rojo vivo vibra con cada latido que se hace presente… yo… ¿quién?... quién en mi lengua conjugada podría hablar en mi nombre, quién lamería con lengua afilada el ácido néctar de tantos fantasmas que el tiempo ha añejado en un vinagre corrosivo que perfora las entrañas… yo… yo que tanto he caminado, tropezado, caído y vuelto en penoso andar que sabe que tiene que seguir… y seguir… y seguir…
Yo… tú… él… nosotros… humana… con carne, huesos, deseos… con éter anhelos, sueños; tambor materia que resuena y vibra, piel extendida en un vasto territorio laberíntico y foático… labios, lengua, y ríos de sangre que corre por las venas… dónde el océano, Abba, dónde ha de desembocar…
Yo, que no sé nada, y que comprendo poco no sé cómo levantar la vista y mirarte… no sé cómo hablarte cuando el nudo aprieta y la visión se nubla… y hago remolinos entre tus corrientes como cabellos largos que cuelgan ingrávidos de tus párpados… y yo diminuta, con la flecha de kirón clavada en el pecho, volteando al cielo… veo pasar las nubes que corren veloces como perseguidas por un tiempo que todavía no nace, pero que existe en la posibilidad de la potencia…
Yo, Abba, más que una chispa, un punto de tu luz y una porción de sombra, que según la luna se pasea llevándome a profundidades donde los mares se hacen océanos y sus aguas se mezclan en la savia no asumida de mi canto… hay un lamento que se ahoga con la brisa y no se escucha… grita a lo lejos y pide ayuda… yo misma trato de acudir a mi encuentro… trato de correr rápidamente, el gallo canta, la libélula pasa, un gato detiene su paso ante el crujir de mi ignición contenida… trashumante… yo… que he caminado tantos soles y he visto y escuchado el susurro del viento; yo que nazco y muero, rueda saturnina contenida y fuera del tiempo; yo, confundida en el rumbo, ajustando la brújula, así, como ave herida que no levanta el vuelo, yo, ¿seré digna de tu desvelo…?
En mi insomnio clavo dagas al suelo… un compañero, sentía detrás de las orejas… y en mi soledad lloro como imagino lloras también conmigo… con nosotros… y me pregunto, cómo… cómo hago para salvar este vacío, este hielo que corta por el medio sin un ruido, sin derramar ni una gota en su agudeza, aguja fina, metálica… yo, que piso el fuego de tus aires y me baño en manantiales de miel y astillas, que canto y lloro en sal como cristal disecado, me pides el sueño del dos… el salto de fe… la caída libre al vacío infinito que todo lo llena y es la posibilidad de la existencia… cómo oler tu magnetismo de cohesión que clarea en el alba cuando la noche lo persigue tras las banquetas; así, mis nervios desgarrados piden tregua, fragua tus cántaros y llénalos de mañana, que cante el ave en esta mi rama, que mi raíz no ceda y que la hoja baile… yo, Abba, pongo aquí cuanto atormenta mi desconsuelo, incomprensible, inabarcable es tu misterio, y mi sombra se recuesta en mi cama y cuenta cuentos, dice algo de mi nombre y de un tatuaje… habla sobre un barco, un faro… el reloj empieza a pesar… y me sigo preguntando…
Hay un acertijo que no logro descifrar… no logro conjugarlo… y pienso las veces que se iba oscureciendo y caía en un agujero… ¿de qué hablo?... sabe a amor y a miedo y no sé si la adrenalina es para salir corriendo o para permanecer y luchar… hoy la noche está en silencio, solo hay un zumbido entre mis neuronas… alguien resiste al otro lado de la cuerda y yo no distingo si es mi batalla… y una sábana fatalista inunda los pasillos del navío… y yo me pregunto si en la tormenta reacciona… si deja sacudir sus alas… y sigo hablando para adentro, a ver si se escucha… a ver si hay algún eco… y sigo buscando un palpitar a ritmo… a ritmo de una danza sensual a veces dulce, a veces amarga, a veces picante, otras salada… y cuento las partículas de polvo… polvo de tu luz calculando las probabilidades de encontrar, en esta existencia, al caminante que recorra esos caminos sinuosos con el alma de un guerrero y el calor de un fogón… mi espíritu funambulista tartamudea y me pregunto si es el dos… cómo integrarlo en estas ruinas mensajeras…
¿Y aún así quieres que me quede?... quieres… cada nota, cada cuerda la disparaba en la nostalgia y yo… cargando con un tejido sin fin cuya trama… trama algo…
No atino a contarte, me fallan las palabras y el lenguaje no me alcanza… otra ave vuela… sigue todo en silencio, mi esófago se acurruca, mis dedos se trenzan, mis ganas se desgastan, y hay un letrero difuso que dibuja una puerta y no sé si sale o si entra… y me aferro a un recuerdo, suelto un gemido, suelto la boca… todo negro… y una luz a lo lejos dibuja una tragedia y una victoria, una blancura arrasadora que anuncia lo inevitable… esa claridad que da forma y cobra sentido… y los lobos del bosque se disputan el alimento…
Trato de seguir respirando, pero el espacio se cierra… debería bastarme tu mirada para verme reflejada en el universo y saber así que soy hija tuya y siento… y mi ser ruega tu abrazo que me quiebro y nadie puede sostenerme en mi peso, así sola… para adentro… y pensé que más vidas habían pasado y por lo menos tenía eso… pero me encuentro de nuevo en esta encrucijada, y una luciérnaga hierve entre la cama…
Yo, Abba, ¿quién soy yo?, quién sueña este sueño que de no ser no brotaría en esta calma para agitar tus cauces que en mi reclaman, y en un espejo veo reflejado el conejo que algo sabe, pues me mira con recelo… y yo, entre sudor, sangre, lágrimas y deseo, tiemblo y me estremezco…
Dónde, Abba, cuándo, cómo…
… kamikaze… no…
… abre el paracaídas…
Publicado en: (2023). Hechas de Letras. Antología de escritoras en Morelia. Poesía. Morelia: Tait/Secretaría de Cultura de Morelia.
Encuéntrame en:
コメント