Monserrat Jacobo
- cartografiaescrito
- 18 sept
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 23 oct
Los géneros que más utiliza son: poesía, cuento y otro.

Monserrat Jacobo es Psicóloga y escritora michoacana. Licenciada en psicología por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Desde el psicoanálisis y la literatura se permite enunciar, investigar, escuchar y escribir de lo terrible y bello, de la locura, el dolor y el amor o aquello cotidiano que atraviesa la historia de las mujeres, para contarlo, cuestionarlo y muchas veces, denunciarlo. Inmersa en el mundo de la literatura por más de una década en el taller de Cara al caracol y recientemente miembro de la comunidad de Sonámbula. Escribe prosa poética y narrativa, ha participado en la revista digital Clarimonda, en la antología La memoria de los atunes, el blog digital de Sonámbula y la antología Raíces a una voz 2024.
TEXTO LITERARIO
Letanía
Monserrat Jacobo
Elvira quería entrar brincando en un pie
y luego en dos
y luego en uno otra vez sobre un avión pintado de colores en el piso, pero Elvira
está de cuclillas pisando su falda escolar, las calcetitas, que debían llegar a sus
rodillas, rodean flojas y amarillentas sus tobillos.
Elvira quería pararse en el columpio y volar, pero Elvira tiene los pies enraizados
al piso, tiene los ojos apretadísimos que le surcan arrugas en su rostro infantil, en
su rostro de pubertad.
Elvira quería echarse a reír, pero Elvira tiene los dientes rechinando, la mandíbula
trabada de dolor, su frente se aperla con gotitas de sudor, su respiración
entrecortada sube y baja al compás de su cuerpo tierno, y al mismo tiempo
madurísimo.
Elvira inhala, toma fuerza, con una manita temblorosa, prende una veladora más
para completar una media luna de fuego; no son luces de bengala lo que ahora le
quema los dedos, no huele a ponche, ni a caña, ni a canela, ni a piñata rota
salpicando de multicolor las risas. Huele a flores muertas con su agua estancada,
a sudor y aliento caliente a ombligo y costra.
Elvira toma un hondo suspiro y con el cuerpo entero, contraído, apretado,
contenido, puja una vez más, su sexo aro de luz se vuelve volcán, carne, río de
lava, herida, caudal de coágulos, nacimiento muerto.
una masa gelatinosa cae sobre el piso no-avión-de-colores, sino piso rojo de sal y
orina.
un cordón umbilical aún la une con la bestiecilla, tira con sus dedos, hasta
desembarazarse por completo de la pequeña placenta.
Elvira toma en sus manos a la criatura, no está viva, no podría estarlo sin parasitar
de ella, Elvira la observa fijamente, no sabe que sentir.
ella no quería ser madre
madre niña
ni madre niña vuelo de cometas
madre de la divina gracia
ni madre niña de rodillas raspadas al rojo vivo
madre purísima
ni madre niña jugando al escondite de sus garras
madre castísima
ni madre niña entaconada con el calzado adulto de su madre
madre virgen
ni madre niña de dedos chorreantes de helado, mugre y miedo
madre inmaculada
ni madre niña en su primer día de escuela
madre amable
ni madre niña bailando entre las olas
madre admirable
ni madre niña doradita en la puesta del sol
madre del buen consejo
ni madre niña voladora de mayates
esclava del señor
ni madre niña brincando bajo la lluvia
espejo de justicia
ni madre niña grito que nadie escuchó
espejo de justicia
ni madre niña jugando a ser madre, acunando en sus bracitos la acuosidad
crisálida de membranas traslúcidas con sus ojos sin párpados abiertos siempre al
horror.
espejo de justicia
madre niña con su casita de muñecas abandonada, donde ella no cabe, su cuerpo
flaco y larguirucho no cabe, sus sueños no caben, su hijo-hermano, carne de su
carne, no cabe
espejo de justicia
espejo de justicia
espejo de justicia
Elvira pone en el altar, a los pies de una virgen de yeso, su pecado mortal, su
ofrenda fetal AQUÍ ESTÁ LA SANGRE DE MI SANGRE, TU HIJO, RUEGA POR
NOSOTROS.
Publicado en: FILIT. (2024). Raíces a una voz, antología literaria. Editorial Silla Vacía.




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